¿Cuándo constituye la artroscopía de la cadera un curso efectivo de tratamiento?
La artroscopía es una técnica quirúrgica que ha revolucionado los procedimientos para resolver los problemas de las articulaciones de la rodilla y del hombro, y estas cirugías se realizan de manera rutinaria. La artroscopía de la cadera se lleva a cabo con mucha menor frecuencia, debido a que los problemas que potencialmente pueden tratarse de esta manera son mucho menos comunes. Desde un punto de vista técnico, la articulación de la cadera es difícil de artroscopar e históricamente los resultados de las cirugías artroscópicas de la cadera han sido mucho menos predecibles que con otros procedimientos. Como resultado, no hay muchos cirujanos ortopédicos que siquiera realicen el procedimiento. Esto es lo que un candidato para este tipo de cirugía puede esperar.
Durante la artroscopía, un cirujano ortopédico realiza dos o tres pequeñas incisiones a través de las cuales instrumentos especializados tan finos como un lápiz, incluyendo un artroscopio, se insertan en la articulación. El artroscopio contiene un lente de cámara que amplifica e ilumina el interior de la estructura de la articulación. Esta información se trasmite por fibra óptica a un monitor visual, similar a una pantalla de televisión, que permite al cirujano ver el interior de la articulación y evaluar cualquier lesión o anormalidad que se presente. Algunos padecimientos se pueden reparar o corregir mediante el uso de estos instrumentos quirúrgicos especializados.
Sin embargo, la artroscopía de la cadera presenta un reto mayor que la artroscopía de la rodilla o la del hombro porque la cadera está ubicada bajo profundas capas de musculo y otras estructuras importantes tales como nervios y vasos sanguíneos. Para facilitar al cirujano que visualice la articulación, se coloca al paciente en una mesa quirúrgica especial y se aplica tracción a la pierna que se está artroscopando para separar ligeramente la articulación. Potencialmente se pueden lesionar nervios mediante esta tracción y se toma cuidado para prevenir ésto.
La belleza de la cirugía artroscópica de la cadera es que es una manera mucho menos incisiva de resolver problemas de la cadera que a través de una gran incisión abierta.
Las ventajas de la cirugía artroscópica de la cadera son:
• Se hacen incisiones mucho más pequeñas.
• Generalmente se lleva a cabo como un procedimiento ambulatorio.
• La misma permite una rehabilitación más temprana y acelerada, aunque dependiendo de qué problema sea tratado, se le puede instruir a los pacientes que no soporten el peso completo por un periodo de tiempo o se les puede instruir que utilicen un aparato en la cadera para limitar el movimiento de la cadera.
• A muchos pacientes les permite regresar a la actividad normal más rápido que si se utilizara un procedimiento con incisión abierta tradicional.
¿Quién es candidato a la artroscopía de la cadera?
Por lo regular, esta cirugía se selecciona para personas que tienen dolor en la cadera o inestabilidad en su cadera. Las radiografías no muestran artritis significativa ni destrucción del espacio de la articulación y por lo regular tanto las radiografías como los MRI solamente muestran hallazgos mínimos. Estos síntomas pueden continuar por meses o hasta por años debido a que el diagnóstico no es obvio. Muchos pacientes se han visto frustrados e incluso deprimidos debido a que saben que hay algo que anda mal, pero el diagnostico y el tratamiento no es fácilmente visible.
Lo que hemos encontrado es que la artroscopía de la cadera ha sido más efectiva en el tratamiento de padecimientos que incluyen:
• Compresión: esto es cuando una persona experimenta dolor durante el movimiento completo de la cadera, debido a que el cuello del fémur pellizca el borde del acetábulo de la cadera. Se han desarrollado técnicas para ocuparse de la compresión mediante la eliminación del exceso de huso en el borde o en el cuello femoral luego la reparación quirúrgica o fijando el labrum de vuelta al borde.
• Desgarro labral: un desgarro en el tejido grueso que rodea el acetábulo de la cadera. El labrum ayuda a apoyar la articulación de la cadera y cuando ocurre un desgarro, un pedazo de este tejido puede quedar pellizcado y causar dolor. Observe que si el desgarro labral es a consecuencia de un problema mecánico subyacente, el tratar solamente el labrum desgarrado, y no la causa primaria del desgarro, pudiera proveer alivio temporal, pero no resolverá el problema. Con frecuencia los pacientes que desarrollan un desgarro labral debido a la compresión y se someten a artroscopía de la cadera no les va bien a menos que la causa de la compresión también sea eliminada.
• Cuerpos sueltos: cuando pedazos del cartílago y/o del hueso se rompen y permanecen dentro de la articulación. Estos pequeños pedazos flotantes pueden llegar a quedar atrapados en la cadera durante el movimiento. Ésto puede hacer que usted sienta como que su cadera se bloquea y con frecuencia resulta en dolor repentino. Los cuerpos sueltos a menudo pueden eliminarse por la vía del artroscopio.
• Sinovitis: cuando el recubrimiento de la articulación de la cadera se inflama y causa dolor, puede eliminarse parcialmente mediante la artroscopía. Ésto puede reducir el dolor, pero es importante no ignorar la causa subyacente del sinovio inflamado o regresará la sinovitis.
• Síndrome de cadera en resorte: caracterizado por una sensación de chasquido en la cadera y a veces un ruido como de que algo estalla, que se puede escuchar cuando se flexiona y extiende la cadera. Existen varias causas, pero la más común es cuando los tendones o el tejido blando atrapan el hueso y estallan cuando se mueve la cadera. El tendón causante en el tejido blando puede liberarse o recortarse para aliviar esto.
• Daño en el cartílago: la artritis es un padecimiento en el que el cartílago que recubre la cabeza femoral o el acetábulo de la cadera se daña o se desgasta. La microfractura es una técnica utilizada para demorar o detener la progresión de la artritis y estimular la sanación. Se crean pequeños hoyos en el hueso que sostiene el cartílago. Esto causa que el hueso sangre, lo que estimula una respuesta sanadora. El fibrocartílago crecerá y cubrirá esta área del hueso, y esto a veces puede demorar la progresión de la artritis y aliviar el dolor. A algunos pacientes les va bien, a otros no. Su médico pudiera sugerir este procedimiento, en dependencia del tamaño y la ubicación de la lesión.
Al igual que con cualquier otro procedimiento quirúrgico de articulación, pueden existir complicaciones incluyendo la infección y que el dolor continúe después de la cirugía. Una preocupación significativa es con los nervios y los vasos sanguíneos importantes que rodean a la articulación. A la vez que no es común el daño en los nervios, es importante debatir sobre su padecimiento particular con su cirujano.
Aunque yo realizo artroscopías de la rodilla de manera rutinaria, no realizo artroscopía de cadera. Sin embargo, yo sí veo muchos pacientes que vienen a mí después que se han sometido a una artroscopía de cadera y no les va bien. Estos pacientes requieren reemplazos totales de cadera. Reconozco que yo solamente veo la población a la que no le ha ido bien; muchos pacientes se benefician grandemente de la artroscopía de la cadera. Cuando es apropiado, a veces refiero a pacientes con dolor de cadera a un médico que realiza este procedimiento.
La cirugía artroscópica de cadera es nueva y las indicaciones y técnicas todavía están siendo definidas. Las cirugías para tratar la laxitud de cadera y diferentes tipos de compresión continúan siendo refinadas. Estas son cirugías técnicamente difíciles y sus resultados son menos predecibles.
Mi impresión es que los pacientes jóvenes tienden a recuperarse mejor y de manera más predecible que los pacientes mayores, principalmente porque tienen menos artritis subyacente o daño en el cartílago. Además, cuando se es más joven, la calidad de nuestro tejido es mejor y tenemos mayor potencial de sanación. Los pacientes con una lesión aguda que conduce a un problema de la cadera, tales como el labrum desgarrado, parece que les va mejor que aquellos con causas y síntomas menos definidos, o aquellos con padecimientos a largo plazo.
Si una lesión aguda conduce a un problema y es tratable por vía artroscópica, entonces es mejor para el paciente ser tratado con prontitud en lugar de demorar la cirugía. Si un paciente tiene displasia de la cadera (en la radiografía, se ve como la cabeza femoral no está totalmente cubierta por el acetábulo o copa) y un labrum desgarrado, entonces la artroscopía de la cadera no llevará a un buen resultado y yo no la recomendaría.
Para una persona joven que quiere evitar un reemplazo total de cadera o algún otro procedimiento, la artroscopía pudiera ser una alternativa razonable. Es importante estar totalmente educado en relación a los riesgos.
Además, asegúrese de que elija a un cirujano que haya realizado una cantidad significativa de cirugías artroscópicas de la cadera. Hable francamente con su médico acerca de sus tasas de éxito quirúrgico así como la tasa de éxito potencial para su problema en particular.