¿Debo realizarme un reemplazo de cadera o rodilla en mis 80s o 90s?
Nadie, sin importar la edad, debería vivir con dolor y problemas de movilidad cuando hay remedios disponibles. Si usted tiene entre 80 y 90 años de edad y siente un dolor significativo en la cadera o la rodilla que limita su capacidad para mantenerse activo y feliz, entonces un reemplazo de cadera o rodilla puede ser una opción tan viable para usted como para alguien más joven. Las cirugías de reemplazo de cadera y rodilla son dos de las cirugías más exitosas desarrolladas durante el siglo pasado. De hecho, el incremento del número de personas que se someten a un reemplazo de cadera y rodilla ha sido exponencial y se espera otro gran aumento en los próximos años.
Estas cirugías son extraordinariamente predecibles y altamente efectivas para detener el dolor, ayudando de esta manera a las personas de todas las edades a volver a ser activas, vivir una vida más independiente y sonreír de nuevo.
Existen numerosas razones por las que las personas de 80 y 90 años desarrollan dolores de cadera o rodilla lo suficientemente agudos como para considerar una intervención quirúrgica. La osteoartritis es la causa más común. Con la osteoartritis, el cartílago que cubre los extremos de nuestros huesos se rompe y se desgasta. Para la cadera, este es el cartílago entre la cabeza femoral y la cavidad. Para la rodilla, es el cartílago entre la parte inferior del hueso del fémur y la parte superior del hueso tibial o entre la rótula y el fémur. Esto da como resultado que los huesos rechinen cuando las personas se mueven o caminan, lo que provoca que la articulación se inflame y duela.
Si bien es cierto que no todas las personas en sus 80 o 90 desarrollan osteoartritis, esta condición es más común a medida que envejecemos. La osteoporosis, una condición progresiva con la que nuestros huesos se vuelven débiles y quebradizos, también se vuelve más común y severa con la edad. Esta condición progresiva puede llevar a una fractura, usualmente con un traumatismo mínimo. Sin embargo, es extremadamente raro que encuentre a alguien con una osteoporosis tan avanzada que no me permita realizar un reemplazo de cadera o rodilla si es necesario. A menudo elegiré una prótesis o un método diferente para fijar la prótesis al cuerpo del paciente para que la cirugía sea más segura y exitosa.
Los pacientes a menudo acuden a mí debido a un mal resultado después de una cirugía de cadera o rodilla realizada por otro cirujano. Entiendo completamente la reluctancia de los pacientes a realizar más cirugías cuando la primera fracasó, pero muchos pacientes en esta situación pueden recibir una gran ayuda rehaciendo su cirugía. Para esto, se necesita un voto de confianza.
He atendido a muchos pacientes que retrasaron o descartaron la cirugía porque pensaron que eran “demasiado mayores” o porque les dijeron que sus condiciones médicas les impedían hacerlo. La edad en sí misma no es una contraindicación, sino una consideración y una variable importante que debe respetarse en el cuidado de pacientes mayores. Estas personas mejoran tan previsiblemente como las personas más jóvenes, aunque a menudo toman un poco más de tiempo en hacerlo. El alivio del dolor posoperatorio es igual de profundo y sus expresiones de gratitud son verdaderamente sinceras cada vez que me dicen que les he “devuelto sus vidas.”
Veo una y otra vez el extraordinario impacto de volver a vivir sin dolor, ya signifique eso conducir, bailar o practicar deportes como golf, pickle ball o tenis. ¡Vivir de forma independiente, socializar con familiares y amigos, y simplemente no “sentirse viejo” es extremadamente importante!
A algunos pacientes mayores les dicen que no son candidatos a una cirugía debido a sus condiciones médicas. Si bien es cierto que hay personas con condiciones médicas que les impiden proceder con un reemplazo de cadera o rodilla “electivo”, esto es una excepción más que una regla. Lo que a menudo encuentro es que cuando se reevalúan sus condiciones médicas y se abordan los factores de riesgo modificables, como un mejor control de su diabetes o hipertensión, dejar de fumar, o perder peso, la cirugía puede realizarse de manera segura.
Cirugía de Emergencia y el Impacto en los Resultados
Es diferente cuando las personas mayores sufren una caída y se rompen una cadera o rodilla y se recomienda una cirugía de emergencia. La cirugía electiva de cadera o rodilla es más predecible, controlada y, a menudo, tiene un mejor resultado. Ofrece opciones para los pacientes y sus familias, como por ejemplo para cuándo y dónde se debe programar la cirugía y quién será el cirujano. En una emergencia también se elimina la oportunidad de mitigar varias afecciones subyacentes antes de la cirugía, como anemia, mala nutrición o lesiones en la piel, y de fortalecer músculos específicos con ejercicios o fisioterapia antes de la cirugía. Asimismo, las condiciones médicas críticas, como aquellas relacionadas con el corazón, los pulmones o la circulación se estabilizan cuando la cirugía está abordando una emergencia que amenaza la vida pero a menudo no mejoran.
Siempre converso con mis pacientes mayores sobre sus opciones y comparto varias estrategias y filosofías. Una de las estrategias es esperar tanto tiempo como puedan tolerar el dolor y la movilidad limitada antes de realizar el reemplazo de cadera o rodilla. Otra perspectiva es que al realizar la cirugía cuanto antes, serán más jóvenes, a menudo más saludables y sufrirán menos osteoporosis que si esperan. Es también más fácil y predecible corregir un problema artrítico de cadera o rodilla cuando se sigue la filosofía “mejor pronto que tarde” y la condición no es tan avanzada o grave.
El Poder del Manejo del Dolor
En los últimos años, el cambio más significativo que he visto en mi práctica es que las personas mejoran más rápido que en el pasado. Ya no se pide a los pacientes que donen sangre para su cirugía, ya que se ha reducido la pérdida de sangre y las transfusiones son menos comunes. Las técnicas anestésicas también han mejorado mucho, y la mayoría de mis pacientes reciben un anestésico espinal de acción corta. Esto resulta en menos medicamentos administrados en dosis menores, lo que es mejor para los intereses de todos y en especial para las personas mayores que son más sensibles a los medicamentos y más propensas a confusión posoperatoria.
Creo que una de las principales razones por las que mis pacientes se recuperan mucho más rápido es que hemos mejorado mucho en prevenir y disminuir el dolor mediante el uso de un tratamiento multimodal para el dolor. Los narcóticos se administran en dosis mucho más bajas junto con un NSAID (medicamento anti-inflamatorio sin esteroides), Tylenol y otras medicinas si es necesario. Nuestras técnicas quirúrgicas son más precisas y eficientes y es por eso que nuestros pacientes caminan apenas unas horas después de su cirugía. Esto crea un maravilloso efecto psicológico de “puedo hacerlo”, incluso para pacientes en sus 80s y 90s, porque no sienten dolor. También aumenta en gran medida la seguridad de los pacientes. A los pacientes de reemplazo de cadera ya no se les pide que eviten ciertas posiciones después de su cirugía y nuestra incidencia de dislocación de cadera es casi nula.
Planificación Posoperatoria
Desarrollar un plan posoperatorio es importante para todos y puede ser aún más crucial tenerlo listo antes de la cirugía para pacientes mayores de 80 o 90 años. La mayoría de mis pacientes mayores optan por pasar la noche en el hospital después de su cirugía en lugar de irse directamente a casa ese mismo día. Sin embargo, algunos pacientes que tienen un excelente sistema de apoyo, no sienten dolor y caminan horas después de la cirugía, optan por irse a sus casas. Los pacientes que ingresan generalmente se van a sus casas uno o dos días después. Algunos pacientes son dados de alta a un centro de rehabilitación para pacientes hospitalizados, aunque esto sucede con menor frecuencia que en años anteriores. Cada plan individual debe personalizarse considerando las necesidades específicas de cada persona con el objetivo final de eliminar el dolor y volver a ser activos e independientes.
La decisión final de proceder o no con la cirugía es personal y tiene en cuenta muchas variables. Todos tenemos nuestros miedos y necesidades individuales. Algunos pacientes comparten conmigo su fuerte aversión a sentirse dependientes de los demás, mientras que otros tienen miedo a caer y ser vulnerables. Luego están aquellos que luchan con sentimientos de aislamiento e incluso depresión debido a su movilidad limitada. La decisión de operarse es personal y diferente para cada uno de nosotros, aunque yo trato de disipar el mito de que las personas en sus 80s o 90s son demasiado mayores. En la mayoría de los casos, los beneficios de las cirugías de cadera y rodilla finalmente superan los riesgos de no hacer nada y vivir con dolor.
En el Leone Center for Orthopedic Care en Holy Cross Health, brindamos atención ortopédica excelente y altamente personalizada para personas de todas las edades con afecciones de cadera y rodilla. Ofrezco a los pacientes las últimas y más prometedoras innovaciones en cirugía de reemplazo articular en un entorno compasivo y enfocado en el paciente, restaurando su movilidad y mejorando su calidad de vida.
El Leone Center for Orthopedic Care en Holy Cross Health está ubicado en 1000 NE 56th Street en Fort Lauderdale. Para obtener más información o agendar una consulta, por favor llame al 954-489-4575 o visite holycrossleonecenter.com.